
Disfruta de una deliciosa y fácil receta de salsa blanca, perfecta para realzar el sabor de tus pastas favoritas o para ser utilizada como base en platillos como lasaña, salsa de champiñones o congrio en salsa margarita.
Contenido
¿Cómo preparar salsa blanca?
La salsa blanca es una preparación muy sencilla a base de leche entera, harina, mantequilla y nuez moscada en polvo, cocinada ligeramente hasta obtener la consistencia de una salsa.
Receta de salsa blanca para pasta
Preparación: 10 minutos
Cocción: 15 minutos
Calorías: 250 kcal
Raciones: 6 personas
Ingredientes
- 400 ml de leche entera
- 2 cucharadas de harina
- 2 cucharadas de mantequilla
- Nuez moscada en polvo
- Sal fina
Preparación
- En una olla mediana o sartén grande antiadherente, añadir la mantequilla y calentar a fuego medio hasta derretir, agregar las cucharadas de harina y cocinar por unos 2 minutos sin dejar de revolver.
- Retirar la mezcla del fuego, agregar la leche poco a poco sin dejar de revolver, calentar nuevamente y cocinar a fuego medio alto hasta alcanzar el hervor y lograr la consistencia deseada, condimentar con nuez moscada y sal a gusto.
- Utilizar la salsa blanca inmediatamente como acompañamiento de guisos, pastas o lasañas. Si se almacena, cubrir mientras aún está caliente con papel aluminio sin tocar la superficie para no formar costra. Al momento de utilizar, nuevamente calentar a fuego bajo sin dejar de revolver.
Salsa blanca personalizada
Si planeas utilizar la salsa blanca para acompañar tus pastas favoritas, puedes personalizar la receta agregando hierbas frescas, como albahaca o perejil, para darle un toque adicional de sabor.
¿Sabías qué?
¿Sabías que una de las teorías sobre el origen de la salsa blanca sugiere que nació en Florencia, Italia, de la mano de los cocineros florentinos de Catalina de Médici? Se dice que estos cocineros llevaron la receta a Francia cuando Catalina se casó con Enrique II en 1533.