
Las machas a la parmesana son un plato típico chileno que resalta el sabor único de las machas, un bivalvo de agua salada nativo de Chile, junto con el distintivo queso parmesano.
Contenido
¿Cómo preparar machas parmesanas?
Las machas, cuya lengua interior adquiere un tono rosado al cocinarlas, son el ingrediente principal, apreciado tanto por los chilenos como por los visitantes extranjeros.
Resumen de preparación
Preparación: 30 minutos
Cocción: 15 minutos
Calorías: 250 kcal
Raciones: 6 personas
Receta de machas a la parmesana
Ingredientes
- 50 machas limpias
 - 30 conchas de macha
 - 100 g de mantequilla
 - 1 ½ taza de queso mantecoso
 - ¾ taza de queso parmesano
 - 100 ml de vino blanco
 - 6 limones
 - Sal de mar
 - Pimienta
 
Instrucciones
- Abrir las machas frescas con un cuchillo separando las conchas. Retirar las conchas de la base con un cuchillo afilado y reservar. Lavar muy bien la mitad de las conchas, retirando cualquier resto de arena o impureza, retirar los interiores de cada lengua y lavarlos muy bien. Encender y precalentar el horno a 200°C (396°F) por al menos 10 minutos.
 

- Colocar una macha en cada concha (dos si son muy pequeñas) sobre una bandeja de horno. Cubrir cada macha con un poco de sal, una cucharadita de vino blanco, una cucharadita de mantequilla, queso mantecoso, queso parmesano rallado y un poco de pimienta.
 

- Llevar al horno precalentado y cocinar por unos 5 minutos hasta que las machas estén rosadas y el queso se haya derretido. Retirar y servir las machas a la parmesana de inmediato con un buen Chardonnay frío, acompañadas de mitades de limón para exprimir.
 
Machas en greda con crema
Otra versión popular de esta receta implica preparar un sofrito con cebolla, añadir unos 200 ml de crema hasta espesar y luego distribuirlo sobre las machas en recipientes de greda. Cubrir con queso parmesano y hornear a 200°C por 15 minutos para un toque final irresistible.
Extracción de machas
Las machas se cosechan a lo largo de toda la costa chilena utilizando un método peculiar, donde los mariscadores las localizan con los pies hundidos sobre la arena húmeda.