Los macarrones con queso estilo americano, también conocidos como Mac & Cheese, son una deliciosa preparación que combina la suavidad de la pasta con la riqueza del queso cheddar.
Contenido
¿Cómo hacer macarrones con queso?
La preparación de Mac & Cheese es sencilla y deliciosa. Consiste en cocinar pasta, generalmente en forma de macarrones o coditos, y luego mezclarla con una cremosa salsa de queso cheddar.
Información Nutricional
Categoría: Principales
Cocina: Estadounidense
Calorías: 350
Preparación: 10 minutos
Cocción: 20 minutos
Raciones: 4 personas
Receta de macarrones con queso
Ingredientes
- 200 g de macarrones
- 300 ml de leche entera
- 100 g de queso cheddar rallado
- 75 g de queso parmesano rallado
- 30 g de mantequilla
- 1 cucharada de maicena
- 1 cucharadita de mostaza
- Sal
- Pimienta
Preparación
- En una olla grande hervir abundante agua y añadir una cucharada de sal, llevar a hervor y cocinar la pasta de acuerdo a las instrucciones específicas de la marca, estilar y reservar.
- En una sartén grande añadir la maicena diluida en un poco de leche fría y el resto de la leche, incorporar la mostaza y salpimentar a gusto, calentar a fuego medio, añadir la mantequilla y mezclar todo con una cuchara de madera hasta formar una crema espesa, bajar el fuego al mínimo y añadir el queso cheddar hasta incorporar todo.
- Verter la salsa sobre la pasta cocida y mezclar todo, distribuir sobre una fuente de horno, cubrir con el queso parmesano y llevar al horno pre-calentado a 180°C (356°F) por unos 15 minutos hasta que el queso esté gratinado.
- Servir los macarrones con queso inmediatamente, solos o acompañados de un vino blanco suave y ligeramente dulce.
Queso parmesano vs. queso cheddar
La principal diferencia entre el queso cheddar y el parmesano es su origen. El cheddar es un queso inglés que se caracteriza por su sabor más fuerte.
Se envejece durante más tiempo que el parmesano, que es un queso italiano con un sabor profundo y que se utiliza comúnmente para gratinar platos.
¿Sabías qué?
Los Mac & Cheese tienen raíces antiguas y se dice que su primer registro escrito data del año 1861. Aunque su origen se atribuye a la antigua Grecia y a la ciudad de Nápoles en Italia, este plato se ha convertido en un clásico en Canadá y Estados Unidos.